He Peleado la
Buena Batalla
Yo ya estoy próximo a ser
sacrificado. El tiempo de mi partida está cercano. 7 He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está reservada la corona de
justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí,
sino también a todos los que aman su venida. 2 Timoteo 4:6-8


Tengo
por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la
gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. (Romanos 8:18).
En la vida cristiana hay batallas.
Sea persecución, pleitos, contiendas. Especialmente la de las huestes
espirituales que están rondando por este mundo. Satanás tiene las mentes
cauterizadas de las mayoría del mundo; va a llegar un momento que si uno habla
en contra del homosexualismo, nos van a mirar mal y las leyes nos van a
condenar. Pase lo que pase hay que pelear la buena batalla. Hay que guardar la
fe.
Por
lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados
ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, 39 ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa
creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor
nuestro. (Romanos 8:38-39)
Quizás yo me muera peleando la buena
batalla, pero si en caso muero, espero que por mi muerte puedan venir mis seres
queridos y algunos otros al conocimiento de la verdad. Por los mensajes que he
dejado puedan salir otros que puedan comenzar a pelear la buena batalla. Yo sé
que Dios tiene una corona para mí, reservada en los cielos. Yo sé que existe un
Redentor que me librara de este cuerpo de muerte. Yo sé que hay algo mejor para
mí. Yo sé que me espera una corona incorruptible.
Antes,
en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó
(Romanos 8:37)