viernes, 27 de junio de 2014

EL PELIGRO DE SEGUIR LA MAYORIA


El Peligro de seguir la Mayoria

Lectura Bíblica: Proverbios 14:34 – La justicia engrandece a la nación; el pecado es afrenta de las naciones


Hay un Mito: La idea de salirse de lo que se considera normal y sobresalir para enfrentarse a los peligros. En ser diferente a los demás.  Quizás esto sea verdad en personajes como el Capitán América y los demás súper héroes de las películas. Pero para las personas normales es mejor quedarse sin reconocimiento y seguir la moda.  ¡Tenemos Miedo!

No fue así para Elías: Entonces Elías, el tisbita, que era uno de los habitantes de Galaad, dijo a Acab: «¡Vive Jehová, Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, hasta que mi boca lo diga!» (1 Reyes 17:1-3).


El Nuevo Testamente le da una posición de honor: Juan el Bautista vino en espíritu de Elías: E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. (Lucas 1:7)

En el monte de la transfiguración – Y se les aparecieron Moisés y Elías, que hablaban con él. (Mateo 17:3)

Santiago presenta a Elías como un ejemplo de oración ferviente: Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. (Santiago 5:17)

Todavía en estos días durante la Pascua los judíos dejan la puerta principal de sus casas y un asiento vacío con una copita, invitando a Elías entrar para cenar con ellos. Porque Elías vendría antes que el Mesías. —A la verdad, Elías viene primero y restaurará todas las cosas. 12 Pero os digo que Elías ya vino, y no lo conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del hombre padecerá a manos de ellos. Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista. (Mateo 17:12-13)

Elías se enfrenta ante el Rey Acab. Él quiere ser diferente: « ¡Vive Jehová, Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, hasta que mi boca lo diga!» Vino alguien de la nada y se presentó delante el Rey, dijo lo que dijo, punto y caso cerrado. Y así fue, se cumplió lo que dijo.

El Rey Acab; Comenzó a reinar Acab hijo de Omri sobre Israel el año treinta y ocho de Asa, rey de Judá, 30 y reinó sobre Israel en Samaria veintidós años. Pero Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él, 31 pues no le bastó andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, sino que tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal, rey de los sidonios, y fue, sirvió a Baal y lo adoró. 32 Construyó además un altar a Baal en el templo que él le edificó en Samaria. 33 También hizo Acab una imagen de Asera, para provocar así la ira de Jehová, Dios de Israel, más que todos los reyes de Israel que reinaron antes de él. (1 Reyes 16:29-33).

Edad Oscura  de IsraelAndaban en un ciclo vicioso – escoger entre agua pura de fuente y tener cisternas. Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen el agua. Jeremías 2:13  Cada vez que Israel se conformaba a los países idolatras, tenían que pagar las consecuencias de sus pecados. Y cada vez Dios los rescataba. El mundo de hoy prácticamente está en la misma condición. Dios nos está dando la oportunidad de arrepentirnos. Él no quiere que ninguno perezca sino que todo proceda al arrepentimiento. El profeta Daniel cuando ora a Dios por los pecados de Judá, se incluye a sí mismo. Nuestra es, Jehová, la confusión de rostro, y de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres, porque contra ti pecamos. (Daniel 9:8).

Seguir al montón es conformarse al mundo. Romanos 12: 1-2 dice: Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Renovar nuestra mente es la clave para salir del estado de desobediencia y seguir la voluntad de Dios. Estamos rodeados de tanta cosas que nos dañan la mente. MTV, pornografía, videos musicales, películas con mensajes dañinos a la espiritualidad, películas con malas palabras. Empezamos hablar, pensar y actuar como ellos. Si quieres desintegrar a la familia, simplemente mire programas de televisión como: “Jersey Shore”, “Teen moms”, “16 and Pregnant” etc. Si quieres romper tu matrimonio sigue los consejos y las decisiones de los actores que programas de “Reality TV”. Dios quieren que renueves tu mente, no se conformen (No sigan lo que te ensena el mundo). Sigan los consejos que aquellos hombres que fueron inspirados por el Espíritu Santo. Si quieres arreglar tu matrimonio siga el patrón bíblico de la familia. ¿Quieres ser un padre verdadero? Enséñeles a sus hijos en el “temor de Dios”. Lean los Proverbio, ahí puedes encontrar como pasarle la antorcha de la Palabra de Dios a la próxima generación Renueva tu mente a una mente sana de las escrituras:

Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (1 Timoteo 3:14-17)

Ilustración de la mosca sabia y la buena araña. No sigas el montón, no sigas la mayoría y ciertamente morirás.

Esto es el todo del Hombre: El fin de todo el discurso que has oído es: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre. 14 Pues Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa oculta, sea buena o sea mala (Eclesiastés 12:13-14)