Hechos
Perfectos
A la congregación de los
primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los
espíritus de los justos hechos perfectos (Hebreos 12:23)
Introducción: Quizás no podemos ser perfectos pero si
luchar por excelencia…
No hay nada en el
mundo material que nos pueda hacer perfectos, siempre habrá algo en nuestra persona o en las
cosas que poseemos que tenga algo de imperfección y no ser completamente 100%
perfectos, a menos denunciamos nuestra imperfección por la perfección de
Cristo. Quizá podemos aparentar algo de perfección o tapar nuestras debilidades
y decir que todo “está bien” o “Estoy Bien con mi Dios” o “No hay nada mal en
mi vida en estos momentos”. Posiblemente tenemos un agujero, boquete, una
mancha o grieta en la pared de nuestra casa y lo que hacemos es tapar el
defecto poniéndole un cuadro por encima. El problema sigue ahí. De la misma manera en nuestra relación
matrimonial y especialmente en el hogar cristiano tenemos algún “agujero” que
se está creciendo (sin darnos cuenta) y tratamos de huir o evitar el problema o
tomamos unas vacaciones, sin enfrentarnos a ese problema. Dejamos ese boquete
siga creciendo hasta que es muy tarde resolver ese problema, entonces no puedes
seguir tapando la imperfección y todo va a llegar a la luz. En nuestras vidas
espirituales, puede haber algo que nos impide nuestra relación con Dios. Algún
pecado que está creciendo como un cáncer en nuestro ser. Tratamos de aparentar
santidad como aquellos que visten de blanco pero por adentro están vacíos o
podridos como los fariseos en los tiempos de Jesus en la cual El los llama
“sepulcros blanqueados”
¿Es posibles ser perfecto? En un sentido
humano, quizá no. Pero si podemos ser Hechos Perfectos si dejamos todo a las
manos de Dios.
En la biblia hay dos cosas que nos hacen
perfectos. Recuerda hay dos clases de perfección que el cristiano necesita:
1.
La perfección de la justificación en
la persona de Jesús
– Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo
aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8). Segun la biblia la
sangre de los sacrificios del Antiguo Testamento no pueden hacernos perfectos:
“Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma
de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen
continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan”. (Hebreos 10:1).
2.
La perfección de la santificación
del Espíritu Santo por el bautismo en agua – nos salvó, no por obras de
justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6 el cual derramó en nosotros abundantemente por
Jesucristo, nuestro Salvador, 7 para
que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos conforme a la
esperanza de la vida eterna. (Tito 3:5-7). “Arrepentíos y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el
don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38).
¿Qué me puede dar perdón? La sangre de Jesus y
el agua. Esto es el evangelio completo y nos hacen completamente perfectos: Éste es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante
agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da
testimonio, porque el Espíritu es la verdad. 7 Tres
son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo;
y estos tres son uno. 8 Y tres son los
que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres
concuerdan.
Quizás por nuestra propia manera
(humanamente hablando) no podemos ser perfectos. Pero si podemos caminar con
“el Perfecto” y seguir “lo Perfecto” de Su palabra. (1 Corintios 13).
La religión pura y sin mancha delante
de Dios el Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus
tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo. (Santiago 1:27)
La iglesia pura – Maridos, amad a
vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por
ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra, 27 a
fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha. Efesios 5:25-27
¡Ven y sean perfectos! Dios esta aquí 165
Julio Garcia
Sanford Florida
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