jueves, 10 de septiembre de 2015

No Esperen que los Incrédulos actúen como Creyentes

No Esperen que los Incrédulos actúen como Creyentes

Texto:1 Corintios 2:14 – Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

Introducción

Es algo que veo una y otra vez y es algo innata en los seres humanos. Pero muchos de nosotros creen que los incrédulos deben actuar como creyentes. Vemos cristianos que se sorprenden cuando sus amistades y familiares tienen punto de vista anti-cristianas. Debemos comprender que solamente los creyentes en Cristo Jesús deben vivir una vida agradable a Dios y de acuerdo a su voluntad. Muchas veces queremos forzar nuestras creencias a nuestros familiares no-cristianos y eso no debe ser así. 

Somos la Sal y la Luz sobre la tierra: Preservar y Dar Luz siendo ejemplos al Mundo.

Mateo 5:13-16 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Debemos Orar por nuestros Amigos y Familiares:

1 Tim. 2:1-3

Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que tienen autoridad, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad  y honestidad. Esto es bueno y agradable delante de Dios, nuestro Salvador.

Debemos Edificar a la Iglesia – 1 Tes. 5:11

Por lo cual, animaos unos a otros y edificaos unos a otros, así como lo estáis haciendo.

Aplicación:

Debemos hacer la diferencia criando a nuestros hijos en la amonestación del Señor. Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de él. (Proverbio 22:6)
Empecemos por nosotros mismos – No trates de cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo, primeramente. ¿O cómo dirás a tu hermano: “Déjame sacar la paja de tu ojo”, cuando tienes la viga en el tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. (Mateo 7:4-5).

Oremos por la humanidad si Dios les concede que arrepientan. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

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