Dulce Comunión
Lo
que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis
comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con
su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido. Este
es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay
ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en
tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como
él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su
Hijo nos limpia de todo pecado (1 Juan 3:3-7)
Cuando vemos las
congregaciones hoy en día en las iglesias de Cristo vemos una diversidad de
personas: Vemos Jóvenes y ancianos, ricos y pobres, personas nativas y
extranjeras, recién convertidas y cristianos maduros. Una colección diferentes
personas con culturas diferentes y diferente razas. Pero qué bonito cuando
podemos unirnos en la fe de nuestro Señor Jesucristo en una comunión verdadera
con nuestro Señor y se refleja en la confraternidad (convivio) los unos con los
otros. Somos uno en Cristo Jesús.
Esa confraternidad, convivio,
en la biblia se llama “Comunión” que viene de la palabra griega “koinonia”. En
la Grecia antigua este término de koinonia originalmente se refiere a socios de
un negocio, luego al compañerismo matrimonial y cuando llego el cristianismo se
aplicaba a la relación espiritual con Señor y vida comunitaria de amistad de
los cristianos. ¿No es hermoso eso? Jesucristo mismo dijo: “En esto
conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los
otros” (Juan 13:35) Y ese es el Amor (Ágape)
que vino del Padre, quien dio a Su hijo Jesucristo con un mundo sin merecerle.
El mundo pagano era
atraído por esta comunión que veían de estos cristianos más que la predicación
del evangelio. Como leemos en Hechos 2:42-47
Y perseveraban en
la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento
del pan y en las oraciones, Y sobrevino temor a toda persona; y muchas
maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído
estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y
sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y
perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,
comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo
favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que
habían de ser salvos. Esto es una manera efectiva para evangelizar
si nosotros aplicamos este ejemplo a la iglesia de hoy en día. ¿No crees hermanos?
Yo quiero sugerir
algunas palabras que representan la comunión de los cristianos del primer siglo
y como puede ayudarnos a la comunión, a la koinonia, a la comunidad y al
convivio de los cristianos hoy en día.
Una sola fe – Como leímos en 1
Juan 1:3, Lo que hemos visto y oído, eso os
anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra
comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Esta
fe nos une en harmonía unos con otros, Dice la biblia en Efesios 4:4-6, un
cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de
vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el
cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
Tenemos una familia
en común. La Iglesia es la Familia de Dios. Es cierto que todos somos criaturas
de Dios por Creación, pero la Biblia declara que somos hechos cercanos por la
sangre de Cristo. Dice en Juan 1:12-13 – Mas a todos los que le recibieron, a los
que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los
cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de
varón, sino de Dios. Jesús nos dice que todos aquellos que hacen la
voluntad de Su Padre es también parte de la familia de Dios. Mi
madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen
(Lucas 8:21) y en Gálatas 6:10 dice que: Así que, según tengamos oportunidad,
hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. Así que el
hacer bien es una demostración que somos familia de Dios.
El Enfoque es el mismo (Filipenses
2:3-5)
1.
Nada hagáis por contienda o por
vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como
superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo
propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5 Haya,
pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús
2.
Prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filipenses 3:14)
3.
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el
Labrador. (Juan 15:1)
4.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí
nada podéis hacer (Juan 15:5)
Cosas que rompen la Comunión
1. Fricción - Pongan las manos Juntas. La división es la
razón principal que rompe con la comunión.
2. Desconexión de Cristo – hace que nos desconectemos
de los unos de los otros.
3. Perdemos nuestro enfoque – Perdemos el Mismo sentir,
perdemos el sentir de familia, y
perdemos nuestra fe.
4. La biblia nos ensena como tratar con la división. Cuando no aplicamos
la disciplina la iglesia va a ser la burla del mundo. Luego la comunión, el
crecimiento, el amor, y la espiritualidad de la iglesia va a desaparecer.
Amados, vivimos en un mundo
cruel y vacío. Las gentes están fragmentadas, viviendo con miedo, perdidos y
solitarias. Seamos devotos (perseverando) en la comunión con Cristo. Para que
seamos las manos y los pies del Maestro para llegar a sus vidas. Si usted que
nos visita le hace falta de ese Amor y Comunión de nuestro Señor Jesucristo y si no lo has hecho, ven a
encontrarte con Jesús en estas aguas bautismales. Él te está esperando, para
que tengas comunión con El y con el Padre. Ven y cantemos la dulce comunión que
tenemos la que goces ya en los brazos de mi (tu) Salvador.
Julio
Garcia
Iglesia
de Cristo Sanford, Fl