martes, 21 de mayo de 2013

Dulce Comunión

Dulce Comunión

 Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido. Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado (1 Juan 3:3-7)
 
Cuando vemos las congregaciones hoy en día en las iglesias de Cristo vemos una diversidad de personas: Vemos Jóvenes y ancianos, ricos y pobres, personas nativas y extranjeras, recién convertidas y cristianos maduros. Una colección diferentes personas con culturas diferentes y diferente razas. Pero qué bonito cuando podemos unirnos en la fe de nuestro Señor Jesucristo en una comunión verdadera con nuestro Señor y se refleja en la confraternidad (convivio) los unos con los otros. Somos uno en Cristo Jesús.
 
Esa confraternidad, convivio, en la biblia se llama “Comunión” que viene de la palabra griega “koinonia”. En la Grecia antigua este término de koinonia originalmente se refiere a socios de un negocio, luego al compañerismo matrimonial y cuando llego el cristianismo se aplicaba a la relación espiritual con Señor y vida comunitaria de amistad de los cristianos. ¿No es hermoso eso? Jesucristo mismo dijo: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:35) Y ese es el Amor (Ágape) que vino del Padre, quien dio a Su hijo Jesucristo con un mundo sin merecerle.
 
El mundo pagano era atraído por esta comunión que veían de estos cristianos más que la predicación del evangelio. Como leemos en Hechos 2:42-47
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones, Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.  Esto es una manera efectiva para evangelizar si nosotros aplicamos este ejemplo a la iglesia de hoy en día.  ¿No crees hermanos?
 
Yo quiero sugerir algunas palabras que representan la comunión de los cristianos del primer siglo y como puede ayudarnos a la comunión, a la koinonia, a la comunidad y al convivio de los cristianos hoy en día.
 
Una sola fe – Como leímos en 1 Juan 1:3,  Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Esta fe nos une en harmonía unos con otros, Dice la biblia en Efesios 4:4-6, un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
 
Tenemos una familia en común. La Iglesia es la Familia de Dios. Es cierto que todos somos criaturas de Dios por Creación, pero la Biblia declara que somos hechos cercanos por la sangre de Cristo. Dice en Juan 1:12-13 – Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Jesús nos dice que todos aquellos que hacen la voluntad de Su Padre es también parte de la familia de Dios. Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen (Lucas 8:21) y en Gálatas 6:10 dice que: Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. Así que el hacer bien es una demostración que somos familia de Dios.
 
El Enfoque es el mismo (Filipenses 2:3-5)
1.      Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús
2.      Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filipenses 3:14)
3.      Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el Labrador. (Juan 15:1)
4.      Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer (Juan 15:5)
Cosas que rompen la Comunión
1.      Fricción - Pongan las manos Juntas. La división es la razón principal que rompe con la comunión.
2.      Desconexión de Cristo – hace que nos desconectemos de los unos de los otros.
3.      Perdemos nuestro enfoque – Perdemos el Mismo sentir, perdemos el sentir de familia,  y perdemos nuestra fe.
4.      La biblia nos ensena como tratar con la división. Cuando no aplicamos la disciplina la iglesia va a ser la burla del mundo. Luego la comunión, el crecimiento, el amor, y la espiritualidad de la iglesia va a desaparecer.
Amados, vivimos en un mundo cruel y vacío. Las gentes están fragmentadas, viviendo con miedo, perdidos y solitarias. Seamos devotos (perseverando) en la comunión con Cristo. Para que seamos las manos y los pies del Maestro para llegar a sus vidas. Si usted que nos visita le hace falta de ese Amor y Comunión de nuestro Señor  Jesucristo y si no lo has hecho, ven a encontrarte con Jesús en estas aguas bautismales. Él te está esperando, para que tengas comunión con El y con el Padre. Ven y cantemos la dulce comunión que tenemos la que goces ya en los brazos de mi (tu) Salvador.
Julio Garcia
Iglesia de Cristo Sanford, Fl

1 comentario: