domingo, 14 de octubre de 2018

Jesús- El Testigo Fiel, el Primogénito y el Soberano

Jesús- El Testigo, el Primogénito y el Soberano

Apocalipsis 1:5-6

“Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén”.
No hay quien sea mejor como Jesús. El es el Cristo, el Sumo Sacerdote y el Gran Profeta. El Hijo de Dios se despojo a si mismos para introducirnos al Padre. Aquí en Apocalipsis presenta a Jesús como el Testigo Fiel, el Primogénito de los muertos, y el Soberano de los reyes de la tierra. Veamos cada uno de estos.

El Testigo Fiel

Testigo en griego es “martus”, “martus” – De ahí origina la palabra “mártir”. Testigo indica una persona que da un testimonio ante un grupo de personas. En este caso, Jesús es el que da testimonio al mundo entero acerca del Padre. La Palabra del Señor dice en Juan 3:31-36 – “El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”.
Juan es el primero que da testimonio del Hijo de Dios: “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29)
Jesús, en cambio da testimonio de Dios (Juan 3:31-36) para que el mundo conociera a Dios. Jesús dice que: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9). Recapitulamos el propósito de ese testimonio de Jesús, el Testigo Fiel: “Vino del cielo” – ningún hombre puede decir esto de si mismo. “Él es sobre todo” Mas luego tocaremos acerca de la soberanía del Señor. El es el Mensajero Enviado declarando que “Dios es Veraz”. Es el enviado por Dios apestelien (apestelien). El que quita el pecado del mundo, el cordero de Dios, y el que le ha visto a El, ha visto al Padre. Híjole… Sin duda alguna, Jesús es el Testigo Fiel.

Jesús, El Primogénito de entre los Muertos

De acuerdo con el Antiguo Testamento, los primogénitos tienen una posición de nobleza y prominencia en cada una de las familias. Entre los hijos de Jacob (Israel) estaba Rubén el primogénito de los 12 hermanos. En Genesis 49:3 dice: “Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; Principal en dignidad, principal en poder”. La Escritura presenta a Jesucristo como primicia y prototipo de la resurrección, lo cual garantiza que de la misma forma que el Padre resucito a Jesús de entre los muertos, también lo hará con todos aquellos que son de Él.
Dice en 1 Corintios 15:20-24 – “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque, así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia”.

Jesús, el Soberano de los reyes

Sabemos que la Iglesia es el Reino de Cristo, siendo Jesús el Rey. El es el Soberano de todos los gobernantes del mundo. Los reyes y los que están en poder no estuvieran en poder si no fuera por nuestro Soberano Rey. La biblia nos habla de la soberanía de nuestro Señor. Efesios 1:21-22 – “sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”.
Profetas del AT predicen la venida del Mesías (Cristo), el gran Rey. Profetas como Daniel predice la Iglesia como el Reino del Cristo. Isaías describe al Rey: Isaías 9:6 – “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.
Este gran Rey, vino a este mundo como un niño, llevado a la cruz para morir por nuestros pecados y coronado en gloria. Hebreos 1:3 – “el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”

Nos Hizo reyes y sacerdotes

Recordando la última parte de nuestra lectura bíblica “y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén” (Apocalipsis 1:6). El Señor, el Soberano de los reyes, extendió su realeza hacia nosotros, después que el nos ha lavado con su sangre. Los reyes terrenales en sus cortes tienen personas cerca como los duques, príncipes, y amigos de la realeza que se sientan en la misma mesa del rey. Pero las otras personas no pueden tener ese mismo privilegio. Gracias a Dios ahora podemos ser amigos del Rey Soberano. Esa amistad fue extendida a sus discípulos. “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:13-15). Todos los que hemos sido lavados por la sangre del Cordero también podemos unirnos a nuestro Rey Soberano en la mesa del Señor, cada primer día de la semana. El señor Jesús hace la invitación para que cenemos con El. El dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

Conclusión

La verdad fundamental es esta: Jesús, es el Testigo fiel, el Primogénito en la resurrección, y el Soberano de los reyes. La única manera de ser lavados y ser amigos de Jesús es obedecer el evangelio por el bautismo para perdón de los pecados (Hechos 2:38), resucitar con Cristo en nueva vida (Romanos 6:4) y ser revestidos de Jesucristo (Gálatas 3:27). ¿Por qué no aceptas el llamado del Testigo, Primogénito y Soberano? ¿Qué te cuesta?
Julio Garcia, Diacono y ministro del evangelio en Sanford, FL
321-262-8903. 

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