Jesús- El Testigo, el Primogénito y el Soberano
Apocalipsis
1:5-6
“Jesucristo el testigo
fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la
tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos
hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por
los siglos de los siglos. Amén”.
No hay quien sea mejor como Jesús. El es el
Cristo, el Sumo Sacerdote y el Gran Profeta. El Hijo de Dios se despojo a si
mismos para introducirnos al Padre. Aquí en Apocalipsis presenta a Jesús como
el Testigo Fiel, el Primogénito de los muertos, y el Soberano
de los reyes de la tierra. Veamos cada uno de estos.
El
Testigo Fiel
Testigo en griego es “martus”, “martus” – De ahí origina la palabra
“mártir”. Testigo indica una persona que da un testimonio ante un grupo de
personas. En este caso, Jesús es el que da testimonio al mundo entero acerca
del Padre. La Palabra del Señor dice en Juan 3:31-36 – “El que
de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas
terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.
El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz.
Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla;
pues Dios no da el Espíritu por medida. El Padre ama al
Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. El que
cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá
la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”.
Juan es el primero que da testimonio del Hijo
de Dios: “El siguiente día vio Juan a Jesús que
venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”
(Juan 1:29)
Jesús, en cambio da testimonio de Dios (Juan
3:31-36) para que el mundo conociera a Dios. Jesús dice que: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan
14:9). Recapitulamos el propósito de ese testimonio de Jesús, el Testigo Fiel:
“Vino del cielo” – ningún hombre puede decir esto de si mismo. “Él es sobre
todo” Mas luego tocaremos acerca de la soberanía del Señor. El es el Mensajero
Enviado declarando que “Dios es Veraz”. Es el enviado por Dios apestelien (apestelien).
El que quita el pecado del mundo, el cordero de Dios, y el que le ha visto a El,
ha visto al Padre. Híjole… Sin duda alguna, Jesús es el Testigo Fiel.
Jesús,
El Primogénito de entre los Muertos
De acuerdo con el Antiguo Testamento, los
primogénitos tienen una posición de nobleza y prominencia en cada una de las
familias. Entre los hijos de Jacob (Israel) estaba Rubén el primogénito de los
12 hermanos. En Genesis 49:3 dice: “Rubén, tú
eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; Principal en
dignidad, principal en poder”. La Escritura presenta a Jesucristo como primicia
y prototipo de la resurrección, lo cual garantiza que de la misma forma que el
Padre resucito a Jesús de entre los muertos, también lo hará con todos aquellos
que son de Él.
Dice en 1
Corintios 15:20-24 – “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los
que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre,
también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque, así como en Adán
todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su
debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido
todo dominio, toda autoridad y potencia”.
Jesús,
el Soberano de los reyes
Sabemos que la Iglesia es el Reino de Cristo,
siendo Jesús el Rey. El es el Soberano de todos los gobernantes del mundo. Los
reyes y los que están en poder no estuvieran en poder si no fuera por nuestro Soberano
Rey. La biblia nos habla de la soberanía de nuestro Señor. Efesios 1:21-22 – “sobre
todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se
nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las
cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia”.
Profetas del AT predicen la venida del Mesías
(Cristo), el gran Rey. Profetas como Daniel predice la Iglesia como el Reino
del Cristo. Isaías describe al Rey: Isaías 9:6 – “Porque
un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de
Paz”.
Este gran Rey, vino a este mundo como un niño,
llevado a la cruz para morir por nuestros pecados y coronado en gloria. Hebreos
1:3 – “el cual, siendo el resplandor de su
gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con
la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados
por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
Nos
Hizo reyes y sacerdotes
Recordando la última parte
de nuestra lectura bíblica “y nos hizo reyes y sacerdotes para
Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos.
Amén” (Apocalipsis 1:6). El Señor, el Soberano de los reyes, extendió su
realeza hacia nosotros, después que el nos ha lavado con su sangre. Los reyes
terrenales en sus cortes tienen personas cerca como los duques, príncipes, y
amigos de la realeza que se sientan en la misma mesa del rey. Pero las otras
personas no pueden tener ese mismo privilegio. Gracias a Dios ahora podemos ser
amigos del Rey Soberano. Esa amistad fue extendida a sus discípulos. “Nadie
tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois
mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el
siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque
todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:13-15).
Todos los que hemos sido lavados por la sangre del Cordero también podemos
unirnos a nuestro Rey Soberano en la mesa del Señor, cada primer día de la
semana. El señor Jesús hace la invitación para que cenemos con El. El dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi
voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”
(Apocalipsis 3:20).
Conclusión
La verdad fundamental es esta: Jesús, es el Testigo
fiel, el Primogénito en la resurrección, y el Soberano de los reyes. La única
manera de ser lavados y ser amigos de Jesús es obedecer el evangelio por el
bautismo para perdón de los pecados (Hechos 2:38), resucitar con Cristo en
nueva vida (Romanos 6:4) y ser revestidos de Jesucristo (Gálatas 3:27). ¿Por
qué no aceptas el llamado del Testigo, Primogénito y Soberano? ¿Qué te cuesta?
Julio Garcia, Diacono y ministro
del evangelio en Sanford, FL
321-262-8903.
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