Las Etiquetas son para las Latas…
¿Eres Liberal o Conservador?
Un hermano de la Iglesia de
Cristo me preguntaba: “¿Eres un
cristiano Liberal o Conservador?” Lo
primero que se viene a la mente la política. Al
principio note un poco raro la pregunta, porque nunca me he clasificado como
liberal o conservador, sino un cristiano fiel. Me pregunto de nuevo si la
congregación a donde yo asisto tiene una
cocina. Ya yo sabía, entonces, el motivo de su
pregunta. Le aclare que: “Las
etiquetas son para las latas y no para los cristianos.
Los discípulos del primer siglo no tuvieron etiquetas
Eran simplemente cristianos sin
ningún otro apellido, ni nombres,
ni etiquetas. “Y se congregaron allí
todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se
les llamó cristianos por primera vez en Antioquía” (Hechos 11:26). En ninguna
parte en el nuevo testamento encontramos cristianos clasificándose como
liberales o conservador. Hubo una vez en la historia de la iglesia primitiva
que se llamaban por las personas que los bautizaban. En 1 Corintios 1:12 el
apóstol Pablo veía mal que se clasificaban (denominaban) como cristianos de
fulano de tal: “Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y
yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo”.
Pablo los llamo “Contiendas”
“Porque
he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay
entre vosotros contiendas” (1 Corintios 1:11). Podemos decir entonces
que en ponerse como cristiano liberal, conservador, adventista, bautista o
pentecostal es una señal de contiendas. Honra es del hombre dejar la contienda;
Mas todo insensato se envolverá en ella (Proverbios 20:3)
Pablo los llamo “divisiones”
“Os
ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis
todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que
estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer” (1 Corintios
1:10).
Cristo no quiere contiendas o divisiones
Cristo oró por
la unidad de los discípulos y de todos los creyentes. “Mas no ruego
solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra
de ellos,
para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”
(Juan 17:20-21). Esta plegaria de nuestro Señor Jesucristo demuestra su deseo
en que estemos en un mismo espíritu de unidad, no de contiendas y divisiones.
Es la voluntad de Cristo y me imagino que se entristece cada vez que algún
hermano se clasifique mejor que el otro cristiano.
El Caso del Fariseo y Publicano
Es un caso de
legalismo y de gracia. Todo sabemos la historia del fariseo y el publicano.
Leemos en Lucas 18:10-14 – “Dos hombres subieron al templo a orar: uno era
fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera:
Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos,
adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a
la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos
al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí,
pecador.
Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el
otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla
será enaltecido” El cristiano que se clasifica como conservador se justifica
por las cosas que hace, como el fariseo. Pero el cristiano verdadero se deja
llevar por la misericordia y Gracia de Dios. El cristiano verdadero se humilla
y le agradece a Dios por su inmenso AMOR y la obra de Jesús en la cruz para
rescatarnos. “Se propicio a mi pecador” El cristiano no se enaltece porque es
un conservador. El cristiano se humilla porque es fiel al Señor.
El cristiano fiel considera a los demás que a si mismo
(Filipenses 2:3-4)
“Nada hagáis por
contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los
demás como superiores a él mismo; no mirando cada
uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” Esa debe ser la actitud de un cristiano
verdadero. Cristo fue el mejor ejemplo de esto: “Haya, pues, en vosotros este
sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres” (Filipenses 2:5-7). Ahora es que podemos entender la
Gracia de Dios y no tener sentimientos de superioridad, ni de legalismo sino
con un espíritu humilde y de mansedumbre.
Con mucho amor digo estas cosas.
No quiero ofender a mis hermanos. Yo no los veo como conservadores, ni liberal.
Yo los veo como lavados en la sangre del Cordero: “Yo
le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la
gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la
sangre del Cordero” (Apocalipsis 7:14). El cristianismo verdadero no consiste
en las etiquetas. Consiste en que todos entremos por las puertas de la ciudad
celestial: “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al
árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad” (Apocalipsis
22:14)
Dios mira y conoce al corazón sincero (1
Crónicas 28:9)
“Y tú, Salomón,
hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con
ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende
todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo
dejares, él te desechará para siempre”
Dios ama a aquellos que sigue la sana
doctrina (Mateo 15:8-9)
“Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” Dios conoce a
aquellos corazones que están lejos de Él. Lo importante es seamos cristianos
fieles, no porque tenemos que hacer las cosas de cierta manera, sino que la
hagamos con sinceridad de corazón. “Y todo lo que hacéis, sea de palabra
o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios
Padre por medio de él” – Colosenses 3:17
La Unica Etiqueta (Galatas 3:27)
"porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos". La unica etiqueta es la que Cristo nos da. Somos sellados por el Espiritu Santo como Cristianos solamente.
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