El Poder no está en las llaves de Agua
Mateo 17:20
“Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os
digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate
de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible”.
Oración
La historia de las llaves mágicas
Se cuenta una las historias de
Thomas Edward Lawrence (Lawrence de Arabia) en su libro “Las Siete Columnas de
la Sabiduría” acerca de las hazañas cuando el fue un oficial del ejército
británico. Inglaterra esta en guerra con Turquía y recibió ayuda financiera y
tropas armadas de Arabia, para vencer a los Turcos. Después de la guerra, el
oficial Lawrence invito a los Jefes Sauditas a Inglaterra y T.E. Lawrence les
dice: “Cualquier cosa que gusta se lo pueden llevar como regalo a Arabia
Saudita”. Los jefes llevaron a los baños y señalaron las plumas (llaves) del
lavamanos. Dijeron “queremos esta magia porque en el desierto no tenemos nada
que brote agua como estas cosas”. Se creían que había algún poder en las plumas
o llaves de agua. Pero Lawrence el explicó que el poder no estaba en las
llaves, sino que esto estaba conectado a una cañería conectadas al calentador
de agua, conectada a unas cañerías aun más largas, conectadas a una planta
donde se suple el agua. Luego más cañerías, conectadas a las plantas y que
extrae agua de los cuerpos grandes de agua. O sea, es un proceso elaborado que
una simple magia. “El Poder no está en las llaves” En cuestiones espirituales
las personas están más fascinadas en el poder que en la FE en Dios. Las llaves,
aunque sean hecho de oro puro de 24 quilates, no sirven para nada si no está
conectada a la fuente principal de esa agua.
Lectura Bíblica: Mateo 17:14-21
Leemos la Historia de un padre
con un hijo lunático en Mateo 17:14-21… Quiero darles información de lo que es
la condición médica de lunático. En griego: seleniazomai.
Viene da la palabra luna (selene). Se creía en aquellos tiempos que la Luna
causaba episodios de ataques. Por eso hoy en día cuando hay mucho revolú en las
gentes se dice que es que “hay luna llena”.
Posiblemente, se refiere a la enfermedad que hoy se reconoce como
epilepsia – caracterizada por convulsiones, perdida de memoria. “y sucede que un espíritu le toma, y de
repente da voces, y le sacude con violencia, y le hace echar espuma, y
estropeándole, a duras penas se aparta de él” (Lucas 9:39). En los tiempos
bíblicos se pensaba que era un demonio y un espíritu maligno. Si nosotros
hubiéramos vivido en los tiempos antiguos, si uno sufría de algún catarro y
resfriado, se decía que era un espíritu de males o maligno. La ciencia medica
era limitada al conocimiento de aquellos tiempos. Me imagino que Jesús sabia de
la condición médica, pero hablo de acuerdo con el conocimiento de las personas
de aquellos tiempos. Sea una enfermedad conocida como la Lepra o un demonio
lunático, Jesús tenía el poder para sanar ambas condiciones. Para Jesús, había una enfermedad aun peor,
era la falta de fe en la generación existente y especialmente en los
discípulos.
Hombres de Poca Fe
Si leemos el contexto del
capitulo completo Jesús acaba de bajar de la montana con Pedro y Juan. Luego se
encuentra con el padre del joven lunático. El padre se queja que los discípulos
no pudieron sanar al joven. Por eso Jesús dice: “¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he
de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá” (Mateo
17:17). Jesús después de sanar al muchacho, los discípulos le preguntaron en
privado: ¿Por qué ellos no pudieron sanar al muchacho? Jesús les dice por su
poca fe. Dijo que uno tuviera la fe como un granito de mostaza (algo bien
pequeño). La realidad era que los discípulos ni siquiera tenia ni eso.
Básicamente nada. El problema era que tenían mas confianza en el poder que en
la fe en Dios. Por eso, les llama “generación incrédula y perversa”. No fue la
ultima vez que Jesús les acusa de incrédulos. Aun después de la resurrección
demostraron su falta de fe: Marcos 16 vemos varios momentos de incredulidad.
(Un estudio bíblico aparte).
La Poca Fe hoy en día
En Lucas 18:8, Jesús mismo
pregunta – “Os digo que pronto les
hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”
La poca fe o falto de fe es una enfermedad espiritual también hoy en día. Muchos
ponen la confianza en las cosas terrenales que en la fe en Dios. Se le ha hecho
fácil al hombre debido a la tecnología olvidarse de Dios. Están más confiados
en el poder de la tecnología como los árabes sauditas estaban fascinados con la
llave de agua. Dejamos el enfoque de depender de Dios para enfocarnos en el
botón que se llama [FACIL]. Hoy en día podemos decirle a Alexa que apague la
luz por nosotros. En su celular hay una aplicación (APP) para todo en la vida.
Ya no necesitamos de Dios. Por eso, cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará
fe en la tierra? Si los discípulos de Jesús en aquel entonces tenían poca fe,
¿cuánto más hoy en día?
Montañas de nuestras Vidas
¡Qué tal si tenemos más fe hoy,
como una semilla de mostaza! Podemos mover montañas. Ahora, no hay ningún caso
de que Jesús moviera montañas durante su ministerio, pero si Dios puede mover
montañas de nuestras vidas si tenemos fe. Si tenemos problemas con finanzas,
esos son montañas. Si tenemos problema de salud, también son montañas. Si
tenemos problemas con el gobierno, con emigración, con los impuestos. Dios
puede quitar esas montañas. Para Dios no hay nada imposible. Si tenemos problema
con el Pecado, Dios puede remover esas montañas. Hay momentos que las montanas
de nuestras vidas no desaparecen, pero con la oración sentimos un alivio y
sentimos que ya no hay mas peso. Hebreos 12:1 dice: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan
grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia,
y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” Con un poquito de
Fe podemos hacer esto y continuar la carrera de la vida eterna.
Oración y Ayuno
Hay una enfermedad que se llama
“Incredulidad”. La verdadera sanidad para nuestras vidas esta en la oración y
el sacrificio (ayuno). Romanos 12:1 – “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es
vuestro culto racional”. Si nuestro Señor Jesucristo se despojo a si
mismo y nos enseñó a nosotros acerca de la Oración y Ayuno, debemos seguir sus
pisadas. “y estando en la condición
de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz” (Filipenses 2:8)