jueves, 11 de diciembre de 2014

El Pecado Mancha el Alma


El Pecado Mancha el Alma

Salmos 51:2, 7

¡Lávame más y más de mi maldad y límpiame de mi pecado!

Purifícame con hisopo y seré limpio; lávame y seré más blanco que la nieve.

David se sentía sucio, manchado y enfermo


No se puede quitar con jabón:
Aunque te laves con lejía y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dice Jehová, el Señor. (Jeremías 2:22)

Lo único que quita el pecado es el evangelio puro:
Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre.” (Hechos 22:16)

Muchos se han manchado de nuevo:
20 pues ¿qué mérito tiene el soportar que os abofeteen si habéis pecado? Pero si por hacer lo que es bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. 21 Para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas. 22 Él no cometió pecado ni se halló engaño en su boca.

La única salida es confesión y arrepentimiento:
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1:9)

El Espíritu Mora en Nosotros al momento que obedecemos el Evangelio:
Juan 3:5 – De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
Hechos 2:38 – Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo
Tito 3:5-7 – Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Tenemos dos opciones:
Continuar siendo esclavos del pecado o libres en la sangre de Jesús:
Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados (Romanos 6:17)
Aquella Forma de Doctrina se describe como la obediencia del Evangelio de Jesus - Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva (Romanos 6:4)
Hay una salida de la condición de pecado - Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro (Romanos 6:11)
¿Quieres aceptar el perdón de Jesús?
Ahora, pues, ¿por qué te detienes?
Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre.”
(Hechos 22:16)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario